El etiquetado verde se ha convertido en un factor crucial para los consumidores, según una reciente encuesta en el Reino Unido. Los resultados revelan que, aunque la mayoría se siente confiada en entender afirmaciones ecológicas relacionadas con el reciclaje y materiales, la comprensión disminuye cuando se trata de declaraciones vinculadas al clima.
Cuando se trata de afirmaciones como “100% reciclable” o “completamente reciclable“, el 70% de los encuestados se siente seguro. Similar confianza se observa en declaraciones como “fabricado con menos plástico” y “utiliza un porcentaje de materiales sostenibles”. Sin embargo, al introducir declaraciones climáticas, como la intensidad de carbono, solo el 28% se siente cómodo interpretándolas.
La falta de entendimiento sobre términos como “carbono negativo” y afirmaciones como “un 75% menos de carbono que su competidor” destaca la necesidad de un lenguaje claro. La especialista en comunicaciones de sostenibilidad, Imogen Sackey, destaca la importancia de evitar el lenguaje técnico para proporcionar a los compradores un acceso fácil a información que explique estas afirmaciones y sus impactos.
La encuesta también señala que, a pesar del interés creciente en el etiquetado verde, la mayoría de los consumidores son escépticos ante las afirmaciones de las marcas, especialmente cuando no pueden acceder fácilmente a información adicional. Casi el 70% ha intentado buscar más información después de ver una afirmación ecológica sin éxito, resaltando la necesidad de detener el “greenwashing” o publicidad engañosa.
En respuesta a esta preocupación, la Unión Europea ha intensificado la regulación con la taxonomía financiera verde y pautas más estrictas sobre afirmaciones ecológicas. El Parlamento Europeo votó a favor de restringir el uso de declaraciones relacionadas con el carbono a empresas que puedan presentar pruebas creíbles de manera comprensible. Se está desarrollando un sistema de etiquetado verde integral, que incluirá alimentos y bebidas, para proporcionar a los compradores información comparable sobre el contenido de carbono.
Estos cambios no solo afectarán a las empresas con sede en la Unión Europea, sino también a aquellas con operaciones en el Reino Unido. La Competition and Markets Authority del Reino Unido está tomando medidas contra la publicidad engañosa, evidenciando una mayor responsabilidad en el etiquetado y comunicaciones sostenibles.
En resumen, el etiquetado verde es esencial para los consumidores, pero la comprensión de las declaraciones climáticas es un desafío. Las marcas deben comunicar de manera clara su impacto ambiental, evitando el “greenwashing” y respaldando sus afirmaciones con pruebas sólidas. Las regulaciones europeas en aumento indican una mayor responsabilidad en el etiquetado y las comunicaciones sostenibles para las empresas.