¿Qué se puede lograr con la recolección manual de 100 millones de kilogramos de plástico desechado?

Frente a los crecientes desafíos en torno a la contaminación plástica y la pobreza, surge una historia de esperanza y transformación. Imaginemos que se evita que más de 100 millones de kilogramos de plástico desechado (la asombrosa cifra de 220 millones de libras, equivalente a la alucinante cantidad de 5 mil millones de botellas de 500 ml) contaminen nuestro precioso medio ambiente. “Esto no es sólo un sueño; es un logro notable de nuestras comunidades de reciclaje que recolectaron cada pieza a mano, abriendo con ellas su propio camino para salir de la pobreza”, anunció David Katz, el visionario fundador y presidente de Plastic Bank.

Imagínate esto: es 23 de octubre de 2023 y David Katz sube al escenario de Sustainable Brands Madrid. No está aquí para pronunciar el típico discurso corporativo; está aquí para desafiar las promesas lejanas de volverse sostenible y compartir un grito de guerra por el cambio. Katz enfatiza apasionadamente que ya pasó la época de la sostenibilidad. Lo que necesitamos ahora es regeneración, un cambio radical en la forma en que las empresas abordan sus responsabilidades ambientales y sociales.

“Estamos en una encrucijada”, declara Katz, con voz llena de urgencia. “Podemos continuar por el camino del consumismo o embarcarnos en un profundo viaje de regeneración”. Él cree que las empresas tienen la clave para sanar nuestro planeta y ayudar a las comunidades necesitadas.

Desde sus inicios, el movimiento de Reciclaje Social de Plastic Bank se ha extendido como la pólvora, encendiendo el espíritu de más de 550 comunidades en el sudeste asiático, América Latina y África. Se han convertido en faros de cambio, recolectando e intercambiando plástico que llega a los océanos para obtener ingresos seguros y beneficios que mejoran la vida. Más de 40.000 miembros de la colección en zonas costeras vulnerables no sólo están limpiando su medio ambiente sino que también están superando la pobreza.

“El hito alcanzado no se trata sólo del plástico; se trata de lo que la humanidad puede lograr cuando está unida por un propósito común”, proclama con orgullo Katz, dando crédito a las comunidades de reciclaje, socios, individuos y banqueros del plástico que lo hicieron posible. “Estamos invitando al mundo a unirse a nosotros para reescribir el destino de nuestro planeta, para crear un mundo donde cada transacción nos permita regenerar recursos, rejuvenecer el medio ambiente y liberar a las comunidades de reciclaje de las garras de la pobreza”.

Este no es otro llamado a la acción; es una invitación a reunirnos y liderar el cambio hacia un mundo sin desperdicios; un mundo sin contaminación plástica y sin pobreza.