Una innovadora instalación en el condado de Berkeley, Carolina del Sur, está revolucionando la gestión de residuos y reciclaje al aceptar y procesar todos los tipos de desechos en un solo lugar. Las operaciones tienen lugar en las instalaciones de RePower South, ubicadas en Moncks Corner, y han tenido un impacto significativo en la reducción de la cantidad de residuos que terminan en vertederos.
La clave de este enfoque es la aceptación de una amplia gama de residuos, desde papel y plástico hasta zapatos y pañales. Brian Gilhuly, director ejecutivo de RePower South, explicó: “Aceptamos todos los RSU, basura básicamente del condado de Berkeley. Lo procesamos para extraer productos reciclados, y luego también extraemos papel y plásticos no reciclables y fabricamos un combustible diseñado que se utiliza para reemplazar el carbón en la industria local, principalmente en los molinos de cemento en el área de Holly Hill”.
La instalación cuenta con un área de preclasificación donde se separan elementos como cadenas, cuerdas y textiles del resto de los residuos. Posteriormente, los materiales restantes pasan por múltiples etapas de procesamiento que involucran tecnología avanzada, como imanes, luz infrarroja y robots, para su clasificación.
Lo más sorprendente es que gran parte del proceso es altamente automatizado, minimizando la intervención humana. Gilhuly señaló: “El sistema está extremadamente automatizado… casi todo ocurre sin intervención humana. Tenemos gente en el front-end que básicamente alimenta el sistema, y tenemos gente en el back-end sacando efectivamente los productos del back-end”.
Los materiales comúnmente reciclados, como botellas de agua, latas y cartón, se recogen y transportan desde las instalaciones para su posterior reciclaje. Además, existe la esperanza de que la instalación pueda expandir su capacidad para procesar películas plásticas y productos orgánicos en un futuro cercano.
“Plásticos de un solo uso y películas de plástico, podemos tomar ese material y fundirlo hasta obtener aceite de nafta en un reactor para venderlo a empresas petroquímicas para que fabriquen nuevos plásticos a partir de material reciclado”, destacó Gilhuly.
Este enfoque integral y altamente tecnológico de gestión de residuos tiene el potencial de transformar la industria y promover prácticas más sostenibles en el futuro.