La industria de la celulosa y el papel en España enfrenta desafíos significativos en su producción, pero muestra un aumento en la facturación, según el último informe de la Asociación Nacional de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel). El retroceso en la producción se atribuye al aumento de los costes energéticos, la invasión rusa en Ucrania, la reducción de la demanda debido a los altos volúmenes de stocks y la sequía que afectó a los procesos de fabricación de celulosa.
A pesar de estas dificultades, el sector experimentó un crecimiento impresionante en la facturación, alcanzando los 6.991 millones de euros, un aumento del 34% en comparación con el año anterior, aunque este incremento se vio afectado por el aumento generalizado de los precios.
La producción total de papel y cartón en España disminuyó en un 4,6%, alcanzando las 6.354.648 toneladas. España se ubicó como el sexto productor de papel y cartón en la Unión Europea. La producción de celulosa también se redujo en un 13,1%, principalmente debido a la sequía, y España se posicionó como el quinto productor de celulosa en la UE.
El consumo de papel y cartón en España aumentó un 2%, llegando a 7.038.927 toneladas, colocándose como el sexto consumidor en Europa. El consumo de celulosa aumentó un 7,4%.
En cuanto a las materias primas, la mayoría de la madera utilizada en el sector es de origen local, lo que contribuye a la generación de empleo y riqueza en áreas rurales. La tasa de reciclaje de papel y cartón fue del 79,9%, situando a España como el tercer país europeo con mayor volumen de reciclaje.
Las exportaciones de papel y cartón se redujeron un 11,7%, mientras que las importaciones aumentaron un 3,6%. En el caso de la celulosa, las exportaciones disminuyeron un 25,4%, y las importaciones aumentaron un 8,2%.
La inversión en el sector representó casi el 7% de la facturación, destinándose principalmente a innovación, renovación tecnológica, y mejoras en la capacidad de producción y calidad ambiental.
La industria papelera en España generó 16.968 empleos directos y alrededor de 84.800 empleos indirectos en 2022. Además, se destacó por liderar avances tecnológicos para satisfacer las nuevas demandas del mercado nacional e internacional.
La sostenibilidad es un pilar fundamental para la industria papelera, que se enfoca en la gestión forestal sostenible, la eficiencia en el proceso productivo, la generación de riqueza y la contribución a la calidad de vida, así como en la recuperación y reciclaje. Los productos papeleros son naturales, renovables, reciclables y biodegradables, lo que los convierte en una opción clave para la economía circular.