El monte Everest es la montaña más alta de la superficie del planeta Tierra. Tiene una altitud de 8,848 metros sobre el nivel del mar. Anualmente, alrededor de mil personas van a escalarla y a su paso dejan botellas de oxígeno vacías, material de escalada, tiendas de campaña rotas, latas de comida y residuos que desde hace décadas se están acumulando.
Aquí también hay residuos plásticos, que como las islas en el mar, son culpa de la mano del hombre que no puede dejar nada como lo encuentra. Es una combinación de mala disposición de residuos y la falta de civismo.
Esto ha preocupado a varios alpinistas, entre ellos a Frédéric Kauffmann y Fernando Peralta, quienes crearon el “The NeverRest Project”. Esta iniciativa pretende limpiar el Everest con un equipo interdisciplinario: María Urieta (bióloga), Alton C. Byers (geógrafo), Lakpa Nuru Sherpa (guía de montaña y escritor), Billi Bierling (directora de Himalayan Database), Guillermo de León (ingeniero), Xiana Siccardi (periodista), Luz Parrondo (asesora financiera), Pramesh Shrestha (coordinador nepalí) y Albert Costa (coordinador internacional).
Cuentan con el apoyo de la compañía tecnológica HyperloopTT para limpiar aproximadamente unas 50 toneladas de basura, más de 15 mil kilos de desechos orgánicos y más de 100 cadáveres humanos en sus alrededores. Asimismo, cuentan con el apoyo del gobierno de Nepal.
Actualmente, también diseñan campo base sostenible, con un sistema de saneamiento que permita gestionar los residuos de manera más eficiente.