Apostando al plástico reciclado

Los plásticos son materiales muy jóvenes, su uso a gran escala no empezó hasta la mitad del siglo pasado.

A pesar de ser un material muy joven, el plástico posee propiedades esenciales para una gran cantidad de productos y servicios de uso cotidiano.

Su capacidad de innovación y de modificación es extraordinaria. En el correr de los años ha ido evolucionando y transformándose para responder a las necesidades y los retos que la sociedad plantea, como por ejemplo el de la sostenibilidad medioambiental. Para ello, el sector lleva muchos años invirtiendo esfuerzos y dinero con el fin de ofrecer mejoras en el ciclo de vida de los plásticos y favorecer su economía circular.

Es esencial en estos tiempos, fomentar su reciclabilidad y alargar su vida útil, para que se vuelva un proceso circular infinito, y así garantizar su contribución positiva a la sociedad.

En varios países de Europa y en especial en España, cada vez se reciclan más productos y son menos los que acaban en los vertederos. El empleo de materiales reciclados favorece el ahorro de materia prima virgen que se utiliza, como también la cantidad de energía empleada para su fabricación. Consecuentemente reduce las emisiones de CO2.

El uso de plásticos reciclados es cada vez más habitual en todo tipo de aplicaciones, desde botellas, hasta envases de champú, bolsas, bolígrafos o contenedores, pero también en otros lugares menos habituales, como senderos, y elementos que visten parques y calles.

Este comportamiento ha hecho necesario el desarrollo de nuevas normas en el ámbito de los plásticos. En el caso de España UNE (Asociación Española de Normalización) es el único organismo de normalización designado por el Ministerio de Industria. Las normas son documentos de aplicación voluntaria que se desarrollan en los Comités Técnicos de Normalización (CTN), con especificaciones técnicas que nacen del consenso entre todas las partes intervinientes y que se utilizan para garantizar la calidad y la seguridad de los productos.

El plástico para uso alimentario necesita de unos requisitos y controles sanitarios más estrictos, y también en el caso de plásticos reciclados. Desde 2008 en España existe el Reglamento (CE) 282/2008 bajo el que se considera el uso de plásticos y otros materiales reciclados en contacto con los alimentos siempre y cuando cumpla con las exigencias que se solicitan. Así, gracias a las mejoras en el reciclaje mecánico y a la introducción del reciclaje químico, los plásticos reciclados se han podido introducir en los envases alimentarios, siempre garantizando la seguridad alimentaria.

Los plásticos reciclados no son, por tanto, solo cosa del futuro, sino que ya forman parte de nuestro presente.