El sistema de alimentación de las personas es uno de los principales contribuyentes al cambio del clima, por lo que se hace necesario comenzar a considerar seriamente este tema.
Actualmente, una nueva tendencia científica se dirige a estudiar los alimentos que revierten el cambio climático. Un estudio publicado por el IPPC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) menciona que la tierra necesita seguir siendo productiva para garantizar la seguridad alimentaria. La forma en que hoy producimos alimentos ha acelerado el cambio climático.
Cuando la tierra se degrada, se vuelve menos productiva, restringiendo lo que se puede cultivar y reduciendo la capacidad del suelo para absorber carbono. Esto acelera el cambio climático.
Las dietas que incluyen alimentos de origen vegetal y alimentos de origen animal producidos de forma sostenible en sistemas con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, presentan grandes oportunidades para la adaptación y la limitación del cambio climático.
Ganado vacuno con menos emisiones
Según el portal de noticias BBC, la profesora de ciencias animales en la Universidad de Aarhus Mette Nielsen, investiga cómo funciona el sistema digestivo de los rumiantes. Esto serviría para entender cómo mitigar el daño que la ganadería puede causar al clima. La intención es bloquear en el ganado los procesos digestivos.
Nielsen y otros investigadores están interesados en las propiedades inhibidoras del metano de una fuente poco probable: la asparagopsis, una especie de alga marina que se cultiva en Australia, contiene bromoformo que utilizado para conformar el 2% de la dieta de una vaca, reduce las emisiones de metano del animal hasta un 98%.
Además, las algas marinas absorben el exceso de nutrientes de los fertilizantes que llegan a los ríos y océanos.
Agricultura sustentable
Las nuevas tecnologías permiten reducir el uso de agua en los cultivos, así como fertilizantes, pesticidas y herbicidas aumentando sus ganancias. A partir del uso de nanopartículas de sílice se mejora la resistencia a las enfermedades en las plantas.
Con la nueva agricultura regenerativa se espera eliminar por completo el uso de fertilizantes y pesticidas artificiales permitiendo que florezcan los microorganismos naturales que viven en el suelo.
Otro de los alimentos que revierten el cambio climático es la proteína del grillo. Según la FAO, a diferencia de la carne de res y cerdo, los insectos como los grillos emiten gases de efecto invernadero comparativamente bajos y requieren muy poco alimento, tierra o agua.
Un enfoque diferente es utilizar los propios gases de efecto invernadero en nuestros alimentos. Las tecnologías de captura de carbono utilizan el CO2 capturado de una fuente concentrada, como una planta de cemento, o la captura directa de aire que elimina el dióxido de carbono del aire ambiente. El gas capturado puede almacenarse permanentemente en la tierra; pero cuando esta tecnología no se usa para secuestrar carbono, el gas puede reutilizarse para elaborar productos como vodka y agua con gas.
En resumen, la combinación de innovación tecnológica, las nuevas formas de cría y cultivo, como también el cambio en la demanda de los consumidores creará un cambio significativo revirtiendo en parte el daño provocado en el planeta.