El TecnoCampus Mataró participa en un innovador proyecto que tiene como objetivo impulsar la economía circular en diferentes sectores económicos. Se trata de “Economia circular Espanya”,una iniciativa colectiva que ha implicado a diferentes universidades y organismos y que quiere proporcionar recomendaciones a administraciones y empresas para aplicar los principios de la economía circular en diferentes sectores. “Es un proyecto con rigor académico y visión aplicada”, explica Mar Isla, investigadora del estudio y representante de la cátedra de economía circular y sostenibilidad del TecnoCampus.
El proyecto surgió por iniciativa del empresario Jaume Ferrer, que lo ha coordinado, y ha contado con la colaboración de Accenture. Además de la Cátedra de Economía Circular y sostenibilidad del TecnoCampus, participan en él la Cátedra UNESCO de Sostenibilidad de la Universidad Politécnica de Cataluña y Funseam.
Inicialmente previsto para durar pocas semanas, el proyecto enseguida ganó una gran dimensión y ha llevado más de un año de trabajo. Durante este tiempo se han entrevistado representantes de cerca de 100 empresas y asociaciones sectoriales, pertenecientes a once ramas de actividad: energía, agroalimentación, automoción, logística, construcción, turismo, textil, ciclo del agua, ciudades, sector TIC y banca.
La investigación aborda la relevancia de los modelos de negocio y las mejores prácticas en cada uno de los sectores a la hora de aplicar la economía circular. Para ello se han analizado necesidades en materias como los cambios normativos, las tecnologías clave, las competencias formativas y de empleo, así como los estímulos y ayudas públicas necesarias para conseguir que la economía circular sea más rentable que la economía lineal tradicional motivando a los actores (sociedad y empresa).
Este trabajo previo ha permitido elaborar un documento con recomendaciones específicas para cada sector. El objetivo de esta iniciativa es contribuir a la consecución de las medidas recogidas en la Estrategia Española de Economía Circular 2030 (EEEC) anunciada por el gobierno español.
Según Mar Isla, “si se aspira a cumplir las metas del EEEC 2030, serán necesarias medidas que impulsen la incorporación de materiales recuperados en los ciclos productivos de todos los sectores y, además, habrá que integrar los principios de reparación y extensión de la vida útil de los productos en los modelos de negocio.”
Tal y como señala Jordi Morató, investigador de la Cátedra UNESCO, existe un alto nivel de conciencia de las empresas a la hora de afrontar este cambio y de la claridad a la hora de identificar las barreras que lo dificultan: “Sólo alcanzaremos los objetivos del EEEC 2030 si la regulación y los incentivos movilizan al capital privado para desarrollar una red estatal para la recogida y la valorización tanto de fracciones domésticas como de residuos industriales. Los fondos Next Generation de la UE no serán suficientes.”
Joan Batalla, director general de Funseam, señala que “las nuevas normativas impulsan las energías renovables y la recuperación de residuos, pero la transición hacia la economía circular exigirá nuevos ajustes, particularmente en materia de estímulos al capital privado. Es necesario impulsar modelos de negocio que fomenten el ahorro energético, la valoración de residuos y las redes de generación energética renovable, así como los proyectos de simbiosis industrial y energética entre sectores complementarios”.
Por su parte, el coordinador del proyecto, Jaime Ferrer, explica que “las empresas coinciden en que los modelos de economía circular tienen una importancia distinta según el sector; nos referimos a temas como el ecodiseño, el uso de recursos renovables, la recuperación de materiales, la extensión de vida útil, los modelos de negocio de “servitización” o las plataformas de consumo compartido”.
El documento aporta a las administraciones algunas propuestas para el diseño de medidas regulatorias, así como de programas de ayuda específicos frente a las necesidades reales de las empresas. Jaime Ferrer destaca, por ejemplo, que “las medidas de apoyo al vehículo eléctrico tendrán que ser complementadas con medidas que faciliten la reconversión industrial del sector hacia actividades como el desarrollo de nuevos materiales, la reconversión de vehículos de combustión interna en eléctricos y la remanufactura de componentes para su reincorporación a los procesos productivos de la fabricación de vehículos y otros bienes industriales.”
Las conclusiones del proyecto se están dando a conocer a empresas y administraciones. De momento se han finalizado los informes relacionados con ocho sectores (energía, ciclo del agua, textil, turismo, transporte y logística, automoción y bienes industriales, consumo y alimentación y construcción). También se están completando otros tres (finanzas, ciudades y administraciones públicas, y electrónica y tic). Está previsto que, entre finales de 2021 e inicios de 2022 se publiquen todos los informes sectoriales derivados de la investigación así como un informe general.