Mitsubishi tiene como objetivo, para el 2030, reducir a la mitad sus emisiones de gases de efecto invernadero respecto a los niveles del 2020, y lograr emisiones netas cero para 2050. Para ello, invertirá 17,540 millones de dólares en energías alternativas, renovables y en hidrógeno, desde hoy hasta el 2030.
La medida se dio a conocer en momentos en que productores y consumidores de petróleo y carbón en todo el mundo invierten energías más limpias y desarrollan tecnología para eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Del presupuesto mencionado, aproximadamente la mitad se invertirá para expandir sus activos de energía renovable, en especial la energía eólica. El resto será invertido en hidrógeno y amoníaco, gas natural licuado (GNL) y metales utilizados en electrificación, y en la elaboración de baterías.
Además, Mitsubishi seguirá invirtiendo en GNL, dado que considera que el combustible cumplirá un papel importante como energía de transición, pero está planeando utilizar la captura y almacenamiento de carbono (CCS) y otras tecnologías para disminuir las emisiones de CO2 en la cadena de suministro de GNL.
La compañía está considerando aumentar su participación en metales básicos utilizados en la electrificación, como por ejemplo el cobre, y está pensando en realizar nuevas inversiones en metales como el litio, usados en la elaboración de baterías, y otros materiales vinculados a la economía verde, como la bauxita, la materia prima del aluminio que se utiliza para aligerar los vehículos y reducir las emisiones de dióxido de carbono.