Aproximadamente 103 países han firmado el Compromiso Mundial sobre el Metano en la COP26 de Glasgow. Este compromiso, liderado por Estados Unidos y la Unión Europea, tiene como objetivo reducir al menos un 30 % las emisiones del gas de efecto invernadero, hasta 2030.
Hasta hoy, no existían objetivos concretos sobre el metano, uno de los gases más potentes que afectan el planeta. De acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el organismo que apoyaba a la industria de los combustibles fósiles, si se pone en marcha una estrategia global las emisiones mundiales de metano procedentes de los combustibles fósiles podrían reducirse un 75% entre 2020 y 2030. Fue con la intervención de Joe Biden en Glasgow, que el tema comenzó a considerarse también por los gobiernos.
Entre los países que no participaron están China, Rusia, Australia e India. El presidente de este último se comprometió a alcanzar las cero emisiones netas de CO2 en 2070; veinte años después de lo que pide la ONU.
En la segunda jornada de la COP26, más de 40 gobiernos, entre ellos España, Estados Unidos, China, Marruecos, India, Bangladesh y Kenia, firmaron un compromiso para acelerar el despliegue y la viabilidad financiera de soluciones de cero emisiones en algunos de los sectores que más emiten.
Bajo el slogan «Glasgow Breakthrough Agenda», el compromiso está diseñado para ampliar la implantación de políticas climáticas en sectores clave: el acero, el hidrógeno, la energía y el transporte. Se persigue con esta acción estimular a las asociaciones público-privadas y a la colaboración entre países en estas áreas.