Pero si bien se ha considerado la huella de carbono y el uso eléctrico de las criptomonedas, el impacto que provoca en los desechos electrónicos no ha tenido la misma atención.
Un estudio publicado recientemente en la revista Resources, Conservation and Recycling ha elaborado un sistema para calcular la cantidad de residuos que genera cada bitcoin por año.
Según declaran los investigadores, esto se debe a la corta vida útil de los dispositivos de minería de bitcoins, como los chips informáticos ASIC especializados cuyo único propósito es extraer bitcoins.
De acuerdo a The Guardian, los mineros reemplazan frecuentemente los chips ASIC por otros más nuevos y de mayor eficiencia energética, que por lo general solo se usan durante 1,29 años. Esto representa una gran cantidad de desperdicio generado comparable a la cantidad de pequeños desechos de equipos de telecomunicaciones y TI producidos por un país como los Países Bajos.
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Cabe mencionar que un kilotón pesa más de 2.2 millones de libras y según afirman los investigadores, cada transacción de bitcoin genera al menos 272 gramos de desechos electrónicos, es decir, 59 libras. The Guardian equiparó a dos iPhone 12 Minis en desechos electrónicos.
Solo en 2020, hubo 112,5 millones de transacciones de bitcoins. Esto significa que son millones y millones de iPhone Minis en desperdicio por año. Ha de tenerse en cuenta que los desechos electrónicos pueden liberar sustancias químicas tóxicas y metales pesados en el suelo, a la vez que el reciclaje inadecuado puede causar contaminación del aire y el agua.
El problema de los desechos electrónicos puede empeorar muy rápidamente, dependiendo del precio de bitcoin. Según los investigadores, considerando los niveles máximos de precios de bitcoin en 2021, que llegaron a más de $ 60,000, los desechos electrónicos podrían aumentar a más de 64,4 kilotones métricos en el mediano plazo.
Por lo tanto, abordar el problema de los desechos electrónicos de bitcoin requeriría cambiar el proceso de minería utilizado actualmente por una alternativa más sostenible, como la prueba de participación, señala el documento.