Miles de millones de bolsas para basura terminan en los vertederos cada año, hoy tenemos una nueva opción: las bolsas de basura reusables.
Si eres un consumidor consciente del medio ambiente, probablemente intentes reducir el uso de plástico virgen usando tus propias bolsas cuando vas al supermercado y utilizando botellas de agua rellenables. Sin embargo, el plástico está presente en todo lo que utilizamos a diario y parece casi imposible evitar su utilización.
Por ejemplo, las bolsas de basura. Según algunas estimaciones, cada hogar estadounidense utiliza 100 bolsas de basura al año.
Fast Company afirma que las bolsas de basura reutilizables ya han llegado. La empresa australiana TOMbag elaboró una bolsa resistente fabricada a partir de botellas de agua recicladas.
Su precio oscila entre 28 y 42 dólares cada una, dependiendo del tamaño. La versión de TOMbag está diseñada para durar años, lo que significa que el coste se equilibra con el tiempo.
De esta manera, la empresa responde a un problema muy frecuente: la mayoría de las bolsas de basura acaban en un tiradero y no se biodegradan.
Marcas como BioBag y Green Paper Products han empezado a crear alternativas más sostenibles a las tradicionales bolsas de plástico de un solo uso, las que también son problemáticas.
Las bolsas de plástico recicladas no se descomponen, y las que son compostables no se biodegradan a menos que terminen en un entorno de alta presión y calor de una instalación industrial de compostaje. En resumen, las bolsas compostables son ecológicas sólo si se utilizan para el compostaje; si son utilizadas para la basura normal o el reciclaje, son igual de problemáticas que el plástico.
Las bolsas de basura de plástico nunca fueron una solución. La experiencia muestra que el fino plástico se rompe al sacar la bolsa, por lo que la basura y el agua sucia acaban dispersándose.
Las bolsas de basura reusables que se han elaborado están fabricadas íntegramente con botellas de agua recicladas, que se convierten en un material plástico llamado rPET.
Las bolsas ofrecen gran resistencia, son más gruesas y a prueba de fugas, y se presentan en dos tamaños, uno diseñado para un cubo de basura de cocina y otro para un cubo de basura de baño más pequeño. Poseen asas en la parte superior y en la inferior para facilitar la extracción de la bolsa del cubo y para volcarla en el contenedor de la acera. Además, posee un cordón en la parte superior de la bolsa para mantener la basura dentro mientras es transportada.
Como si fuera poco, la bolsa también es lavable. Puede lavarse con una manguera o meterla en la lavadora y secarla al aire libre. La duración de las bolsas está garantizada por un año, aunque los creadores creen que, con un uso normal, podrían durar dos o tres años más. Cuando la bolsa llega al final de su vida útil, los clientes pueden devolverla a TOMbag, para su reciclaje.
Los Pestano, fundadores de TOMbag, reconocen que se deben adquirir nuevos hábitos para gestionar la basura doméstica. Por un lado, obliga a la gente a acercarse a su basura, dado que tiene que verterla toda en el cubo más frecuentemente. Esto puede ser un tema oloroso. Pero Sasha Pestano señala que hay muchas formas de mitigar el olor.
Por ejemplo, los hogares que hacen composta ya separan los restos de comida en un cubo diferente, lo que significa que la mayoría del resto de la basura suele ser seca.
Aunque TOMbag puede resultar atractiva para los consumidores con mente ecológica y que están dispuestos a aceptar algunas molestias en beneficio del planeta, no queda claro que otros consumidores estén dispuestos a cambiar su comportamiento. Muchos lugares del mundo como la Unión Europea y Ciudad de México, están comenzando a prohibir el plástico de un solo uso, incluyendo los popotes y las bolsas de supermercado.
Es probable que, con el tiempo, las bolsas de basura de un solo uso se añadan a la lista y los consumidores se vean obligados a buscar una alternativa reutilizable. El objetivo de los Pestano es facilitar la transición de los consumidores a las bolsas de basura desechables.
Sin embargo, no sólo los hogares utilizan bolsas de basura; también lo hacen las oficinas, los restaurantes y los hoteles.
Se espera que las grandes asociaciones contribuyan a aumentar la adopción de bolsas de basura reutilizables.