Según un estudio realizado por la revista Ciencia Ambiental y Tecnología, en el mundo se está usando un estimado de 129 mil millones de cubrebocas desechables cada mes. Por lo que el nuevo desecho que se suele ver tirado en calles o la naturaleza es el que nos ayuda a combatir la pandemia.
Por esta razón, Monika Kis, estudiante de segundo año de diseño de la Academia de Diseño de Marbella, España, desarrolló un bioplástico a partir de cebollas que podría reemplazar tanto al cuero real o sintético. Su marca es Onion by @monikainteriorarchitect, un cubrebocas hecho de cebollas. No solo sirve para combatir el Covid-19, sino que además es bueno para la piel. Es decir que además de ser biodegradable, también es medicinal al tener componentes que reducen y tratan el acné.
Este proyecto la hizo merecedora del premio Green Product Award en su edición 2021. Este sería un primer prototipo y seguirá trabajando con diferentes productos para abordar la problemática de los desechos.