Los investigadores han utilizado una nueva técnica de bioimpresión e impresoras 3D para imprimir algas en materiales vivos y fotosintéticos duros y resistentes.
Los materiales vivos, que se fabrican albergando células biológicas dentro de una matriz no viva, ganaron popularidad en los últimos años.
Un equipo internacional de investigadores de la Universidad de Rochester y la Universidad Tecnológica de Delft en los Países Bajos utilizaron impresoras 3D y una nueva técnica de bioimpresión para imprimir algas en materiales vivos y fotosintéticos que son duros y resistentes. El material posee múltiples aplicaciones en los sectores de energía, medicina y moda.
Para elaborar materiales fotosintéticos, los investigadores comenzaron con una celulosa bacteriana muerta, un compuesto orgánico producido y excretado por bacterias. Este producto tiene muchas propiedades mecánicas únicas, como flexibilidad, dureza, resistencia y capacidad para retener su forma.
La celulosa bacteriana funciona como papel en una impresora, y las microalgas vivas actúan como tinta. La combinación de componentes vivos y no vivos genera un material único con la calidad fotosintética de las algas y la robustez de la celulosa bacteriana; el material es rígido, resistente y al mismo tiempo ecológico, biodegradable y capaz de ser producido a escala. La naturaleza vegetal del material permite que pueda usar la fotosíntesis para “alimentarse” a sí mismo durante muchas semanas, y regenerarse.
El material puede utilizarse en distintas aplicaciones, como hojas artificiales, pieles fotosintéticas o bioprendas fotosintéticas.
Otra aplicación del material sería el de las pieles fotosintéticas, que podrían usarse para injertos de piel.
Además de ofrecer tratamientos médicos y energéticos sostenibles, estos materiales podrían aplicarse al rubro textil. Las prendas biológicas hechas de algas, serían telas de alta calidad producidas de manera sostenible y completamente biodegradables.