Uno de los objetivos de Unilever es eliminar las sustancias químicas derivadas de combustible fósil de sus productos, incluyendo el abastecimiento de alternativas de base biológica y de carbono procedente de instalaciones de captura y almacenamiento de carbono (CCS) y de centros de recuperación de materia proveniente de residuos, conocidos como carbono púrpura y gris respectivamente.
En este sentido, Unilever ha confirmado el éxito en el desarrollo de la primera cápsula de lavado del mundo a base de carbono púrpura.
El carbono para elaborar el tensioactivo de dichas cápsulas se captura mediante matrices de CAC de LanzaTech, instaladas en plantas industriales de Asia. Esta empresa también está encargada de convertir en su planta de Beijing Shougang, las emisiones en etanol.
Luego, el etanol es enviado a India Glycols Ltd para convertirlo en óxido de etileno, antes de ser enviado a la fábrica de Unilever en Hefei (China). En esta fábrica se elaboran las cápsulas de lavandería OMO.
Según LanzaTech, el proceso utilizado genera un 82% menos de emisiones de carbono en el ciclo de vida que los procesos tradicionales que se basan en combustibles fósiles vírgenes.
Unilever y el Instituto Nova, a través de una investigación realizada, concluyeron que para eliminar el uso de carbono fósil, todas las empresas de bienes de consumo deberán multiplicar por 15 hasta 2050 la producción de carbono renovable.
En el plazo mencionado, se espera que la CAC aumente significativamente en todo el mundo, con el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono.
Además del carbono capturado de los procesos artificiales, es posible aumentar las alternativas de base biológica. El carbono de los hábitats marinos, es denominado carbono azul, mientras que el de los hábitats terrestres se conoce como verde. Unilever continúa trabajando con WWF para ampliar estas fuentes evitando generar consecuencias negativas para la biodiversidad. Otras empresas como L´Oreal y Coty, también están trabajando para ampliar la captura de carbono.