Infodemia contra realidad

Infodemia contra realidad

Por: Gerardo Pedra Rocha.

LA INFORMACIÓN ACTUALMENTE ESTÁ A LA MANO DE CUALQUIER PERSONA, LO NEGATIVO ES QUE TAMBIÉN LOS DATOS FALSOS O SIN COMPROBAR Y ESO NOS HACE CREER QUE SOMOS POSEEDORES DE LA VERDAD.

El 2020 nos dio muchas lecciones a la humanidad, y no es para menos, enfrentar una pandemia como la del Covid-19 en un mundo globalizado nos hizo mirar lo frágiles que somos y lo mucho que, en verdad, estamos interconectados, en todos los sentidos.

Además de la contundente amenaza para la salud mundial que representó, también ha develado otra patología que ya se estaba enfrentando en otros ámbitos, pero que la contingencia hizo exponencial: la desinformación. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) llegó a catalogar a este fenómeno como “Infodemia, una pandemia de información falsa”; y que incluso requirió que el verano pasado, científicos y especialistas de diferentes ramas como: medicina, epidemiología, derecho, periodismo, mercadotecnia, etc., se reunieran en una conferencia organizada por la OMS para establecer estrategias para erradicar este mal tan característico de nuestros días que ,si bien se potenció gracias el Covid-19, ya se venía gestando tiempo atrás.

Por ejemplo, recuerdo que hace 3 años a cadena de noticias CNN en Estados Unidos lanzó un comercial simple pero impactante: en el centro de la toma aparecía una manzana, mientras una voz en off narraba “Esto es una manzana, algunos tratarán de decirte que es un plátano y podrán gritar una y otra vez, plátano, plátano, plátano, o poner la palabra en mayúsculas, hasta podrás empezar a creer que sí es un plátano, pero no lo es. Esto es una manzana”. En el último mensaje aparecía en pantalla lo siguiente: “Los hechos son primero”.

El momento en que este anuncio salió al aire era totalmente circunstancial para dicho medio, ya que lo que buscaba evidenciar y clarificar era que ellos solo buscaban el mejor manejo de los hechos para informar. Priorizaban la información antes de darle la razón al presidente en turno con datos no validados o falsos. Desde entonces esa idea se quedó grabada en mi inconsciente. Es fundamental que los hechos sean los que rijan la interpretación de la información y/o la toma de decisiones, sobre todo aquellos hechos que están basados en estudios o análisis científicos.

La complejidad de hoy radica en el creciente número de canales de comunicación, que van desde los más tradicionales como la televisión, revistas, periódicos y la radio, hasta medios como los podcasts, sitios de noticias online o videos de noticieros, redes sociales y WhatAapp. A esto se suma la excesiva cantidad de información de todas las temáticas y en variados formatos:  imágenes, memes, videos, datos y, sobre todo, muchas y muy distintas opiniones, algunas con sustento, otras divididas y otras que reflejan diversas creencias o ideologías. En muchos casos uno se puede quedar sorprendido con la seguridad con la que personas o grupos de personas afirman lo que dicen y lo defienden ferozmente, a veces con cierta razón,  pero muchas otras sin tener un sustento o conocimiento mínimo del tema.

Ejemplos tenemos muchos y más relacionados con el Covid-19, desde la incredulidad de su existencia hasta la desacreditación acerca del uso de cubrebocas, careta o máscara, guardar la sana distancia o quedarse en casa para evitar contagios.

Incluso existen muchas personas que culpan a los gobiernos del mundo, diciendo que esta pandemia fue provocada y que dichas naciones han optado por cambiar el rumbo económico mundial y beneficiar a solo unos cuantos. Algunos dicen que son teorías de la conspiración, otros que son puros cuentos chinos, y algunos más conservadores dicen que es toda una estrategia para que las farmacéuticas sigan controlando el mundo. Así podemos encontrar mil y un relatos, pero esto me lleva a compartirles una historia que es verídica y que me sucedió a finales del mes de noviembre 2020.

En esos días todos los medios cubrían la nota respecto a la vacuna del Covid-19, primero acerca de quién sacaba la primera vacuna que fuera realmente efectiva, luego la capacidad de producción, la disponibilidad y, finalmente, la logística para su traslado y su posterior aplicación. En este sentido, algunos medios nacionales e internacionales generaron varias notas acerca de la forma cómo se planea distribuir las vacunas con una cadena fría para mantener en buenas condiciones el manejo de las mismas, y en este caso se consideró el uso de un contenedor de EPS (unicel o hielo seco) con un GPS, para mantener las bajas temperaturas requeridas para su traslado y distribución a nivel mundial.

Me sorprendió que, al compartir estas notas a través de diversas redes sociales con el afán de difundir este avance con respecto a la vacuna y particularmente sumando la importancia del EPS para mantenerlas en perfectas condiciones, recibí un buen número de respuestas y reacciones, incluyendo  opiniones de todo tipo, positivas, negativas e incluso algunas de ciencia ficción.

Al encontrarme con criterios tan distintos, volví a recordar aquel comercial de la manzana. Y es en este punto donde se debe resaltar con rigor científico uno de los hechos más importantes en esta carrera contra el virus del Covid-19, la transportación de las vacunas y cómo se garantizará que estén en óptimas condiciones, que en este caso se realizará con poliestireno expandido (EPS) o unicel.

La farmacéutica Pfizer anunció que los contenedores con los que transportará su vacuna usarán unicel o hielo seco para garantizar la temperatura de las dosis a 80 grados bajo cero, estos tienen el tamaño de una maleta de viajes y cuentan con una capacidad de hasta 975 viales, cada caja estará  acondicionada con un sensor y un GPS que permitirá controlar la temperatura y ubicación durante todo el trayecto.

La vacuna está basada en una innovadora tecnología de ARN mensajero (ARNm), razón por la cual tiene que ser transportada bajo cero a cientos o miles de kilómetros alrededor del mundo, enfrentándose a todo tipo de condiciones climatológicas, por lo que la farmacéutica ha creado un sistema logístico complejo que involucra a muchos actores, incluyendo compañías aéreas y de transporte y, en el que los contenedores de EPS jugarán un papel preponderante.

Y es que las capacidades de aislante térmico del poliestireno expandido (EPS), tanto para frío como para calor, ofrecen grandes ventajas para asegurar el correcto manejo de las vacunas. Esta capacidad térmica se debe a la propia estructura del material que esencialmente consiste en aire ocluido dentro de una estructura celular conformada por el poliestireno y el aire en reposo es un excelente aislante térmico.

En México, y en general en todo el mundo, vivimos un momento particular. Las opiniones de la sociedad pueden ser de lo más multifacéticas pasando por una gran variedad de  matices, aunque sin duda, al final todos buscamos de alguna manera lo mismo, el cuidado de la salud y una posible cura al Covid-19, que sabemos que probablemente no sea instantánea o a corto plazo, sin embargo todos estamos en búsqueda del bienestar de la humanidad. Pero no deja de ser importante que ponderemos la información que consumimos y compartimos bajo la premisa de confirmar que sean datos confiables y con fuente reales.

Para finalizar, no debemos olvidar que, ante esta crisis sanitaria, los plásticos han jugado un papel fundamental. Cabe resaltar la importancia de materiales como el EPS que garantizan la correcta distribución de vacunas, estamos hablando de que plásticos como el unicel contribuyen enormemente al cuidado de la salud de la humanidad.