Para los desperdicios de los alimentos y los provenientes de los productos electrónicos, los científicos han estudiado y creado una solución innovadora: utilizar las cáscaras de frutas.
Las cáscaras de algunas frutas, como la de las naranjas, pueden ser utilizadas para extraer de las baterías de iones de litio, metales preciosos para elaborar otras nuevas. Esta investigación ha sido publicada en la revista Environmental Science & Technology.
Según los científicos, el “enfoque de residuos a la investigación” es adecuado para apoyar el desarrollo de una economía circular sin residuos, donde los recursos se mantienen en uso durante la mayor cantidad de tiempo posible.
Actualmente, los procesos utilizados consisten en calentar a altísimas temperaturas las baterías desgastadas, lo cual es un gran riesgo para la salud y la seguridad. Es por ello que los científicos de la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur han procurado encontrar métodos alternativos para poder minimizarlos y, por otra parte, descubrir otros medios para solventar la escasez de recursos que tiene ese país.