No existen normas técnicas que garanticen una certificación de materiales biodegradables o compostables, y a pesar de las sanciones consideradas en la Ley de Residuos Sólidos de la Ciudad de México, muchas empresas siguen utilizando las bolsas de plástico amparándose en que cumplen con estas características.
Las autoridades ambientales de la Ciudad de México, con el fin de contribuir a reducir la contaminación producida por los plásticos, anunciaron que se prohibiría por ley la venta o entrega de bolsas de plástico, aplicando multas a quienes no cumplieran con la norma.
Pero tales acciones se detuvieron al estallar la pandemia de Coronavirus. Es más, a partir de ese momento se ha incrementado la entrega de bolsas de plástico, amparando dicha acción en que protegen mejor contra la transmisión del virus a los alimentos o productos solicitados a través de aplicaciones móviles.
Sin embargo, si bien la aplicación de multas en este entorno podrían afectar aún más a los comercios más vulnerables, esto no justifica que no se realice un control, ni dejar de informar a los incurran en violaciones a la ley que podrían recibir multas que van entre 42 mil y 170 mil pesos, según datos de la Sedema.
Sedema, debido a la necesidad de manejar los residuos durante la pandemia, publicó un decreto estipulando que, por razones de inocuidad, salubridad e higiene, se permitiría el uso de bolsas de plástico, con la salvedad de que solamente se utilicen para gestionar residuos sanitarios y siempre que no se puedan conseguir bolsas compostables.
El decreto también limita el uso para alimentos como carne de res, cerdo, pollo, pescado y productos cárnicos y lácteos, como jamón, salchichas, chorizo, tocino, quesos, cremas y requesón; quedando expresamente prohibido su uso para frutas, verduras, hierbas, semillas o cereales.
De acuerdo a la ley mencionada, este tipo de alimentos se podrán vender, distribuir o entregar en bolsas de tela o de plástico reutilizables, autorizadas por estar elaboradas con 50% de material reciclado post-consumo, a la vez que deben ser 100% reciclables.
La condición para que los comerciantes y empresas dedicadas al plástico continúen con sus actividades es que produzcan solo bolsas compostables.
Durante la pandemia, muchos comerciantes vendieron y ofrecieron bolsas con una etiqueta que indicaba “biodegradable” o “compostable”. Aún no existe una autorización emanada de las autoridades para este tipo de fabricación y existe la duda de que lo sean solo por tener una etiqueta. Estas conductas obligaron de alguna manera a Sedema a lanzar el decreto en donde explicaba las razones para el uso de las bolsas.
Grave situación para los fabricantes de plástico
La meta de la Ciudad de México es la de ser una zona de “Basura Cero” para 2024, pero alcanzarlo supone afectar gravemente al sector industrial del plástico, dado que esta industria genera miles de empleos, abarca a más de 4 mil empresas, aporta más de 3% del Producto Interno Bruto (PIB) Nacional y 5% del PIB manufacturero del país, de acuerdo a los informes de la Asociación Nacional de Industrias de Plástico (ANIPAC).
Volviendo poco a poco a la “nueva normalidad”, Sedema ha retomado sus inspecciones a partir del 15 de junio pasado.