La cuarentena trajo como consecuencia que se redujeran los residuos domiciliarios, a pesar de la creencia de que, a más tiempo en el hogar, más basura.
En total se ha disminuido en un 35% en la Ciudad de Buenos Aires, según los datos de la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE). Este porcentaje incluye los cestos de basura de la calle y cualquier otro desecho que levante un camión municipal.
La razón principal para la disminución de desperdicio es un menor consumo. Las personas están aprovechando y reutilizando mejor lo que compra. Asimismo, el cierre de comercios, restaurantes, bares y confiterías, logró que se redujera el consumo y, por ende, los residuos.
No obstante, el reciclaje se desplomó por la paralización de actividades. No hubo separación en origen y no se llevo el material a las plantas de reciclaje porque no tenían los permisos para realizar esta actividad durante el Coronavirus. Pero la ciudad cuenta con contenedores y puntos verdes automatizados donde se dejan los materiales reciclables, pero no es un sistema 100% eficiente.
