Los edificios verdes tendrán un papel importante para prevenir y combatir la pandemia. El Covid-19 planteó una nueva realidad con nuevas rutinas, eso incluye los espacios en que vivimos, lo cual representa un nuevo reto para la arquitectura sostenible.
Research & Markets hizo un estudio donde señala que se espera que el mercado mundial de materiales de construcción en todo el mundo crezca en 187.4 mil millones de dólares, impulsado por una tasa de crecimiento anual del 8.6%.
Si anteriormente dicha industria buscaba asegurar el futuro de las nuevas generaciones a través de la construcción y adaptación de edificios inteligentes y sustentables, ahora se le sumará un valor agregado: que es hacer frente a la pandemia. Por lo tanto, se reforzarán medidas como el autoaislamiento, la gestión comunitaria, la desinfección de ascensores, limpieza ambiental y ventanas abiertas para ventilación natural. Estas son características importantes para lograr este último punto según el World Green Building Council (WGBC).
Una de las características es promover materiales de construcción con una función antibacteriana para ayudar a la sanitización de la estructura. Así mismo será importante desarrollar proyectos que cuenten con sistemas que regulen la calidad del agua y del aire, las rutas de evacuación, entre otras.
El aislamiento se convertirá en una característica fundamental para la nueva normalidad. En el estudio se menciona que en el futuro posterior a la COVID-19, se redefinirá y rediseñará pensando en edificios que ayuden a cubrir con las necesidades sin afectar los recursos y en mantener la seguridad y salubridad de los inquilinos.