La asociación Recicladores Unidos de Bolsas Plásticas (Ruboplast), ubicado en el municipio de Ecatepec del Estado de México, está elaborando bolsas mortuorias con plástico reciclado para las personas que fallecen a causa del SARS- y no las bolsas de basura que era su producto antes de la pandemia.
Las bolsas tienen 600 milésimas de pulgada, un largo de 2.5 metros y un ancho 88 centímetros. La bolsa es gruesa y puede resistir un peso máximo de 200 kilos. Una de las cualidades del plástico es su hermetismo, por lo que si está bien sellado evita que se propague la pandemia.
El grupo de reciclaje cuenta con 70 mil bolsas en stock y se han vendido, hasta la fecha, 40 mil; 20 mil se destinarán a varios hospitales. Las que no se utilicen pueden ser recicladas y convertirse en bolsas de basura.