Actualmente, es impensable vivir sin plásticos, pues forman parte de distintas aplicaciones que mejoran nuestra calidad de vida como los electrodomésticos, los automóviles, las aeronaves y distintos aparatos médicos. En embalaje son casi indispensables ya que extienden la vida útil de los alimentos y su ligereza permite la reducción en el consumo de combustible, lo que implica una disminución de emisiones de CO2.
Es por ello que se hace necesaria la economía circular como modelo para la producción y el consumo. En él, los materiales y productos existentes se extiende su ciclo de vida al máximo de manera que no exista residuos. Por lo que se comparten, alquilan, reutilizan, reparan, reprocesan y reciclan durante el mayor tiempo posible.
Este modelo es lo opuesto al de economía lineal, porque están basados en grandes cantidades de materiales y energía baratos y de fácil acceso, algo que en la actualidad no es un escenario real. Tenemos , entre otras cosas escases de recursos, por lo que hay que cuidarlos.
El plástico no está fuera de este desafío, puesto que las reservas de combustibles fósiles son cada vez más reducidas. Además, es importante combatir la imagen negativa actual de los plásticos y esta solo puede llevarse a cabo bajo un modelo circular.
Una ventaja de los plásticos es que tienen propiedades ideales para el reciclaje. Sin embargo, para que estos entren en el circulo virtuoso de la economía circular, todos los actores a lo largo de toda la cadena de suministro deben trabajen juntos. Eso implica ponerse de acuerdo la industria del plástico, el gobierno y los consumidores.
Otro requisito indispensable es una gestión adecuada de residuos con un mercado sólido. El primero necesita que la separación sea efectiva, esto mejorará el reciclaje y garantizará un producto final de calidad. El segundo necesita asegurar el suministro con materiales reciclados. Si los materiales reciclados están bien clasificados, casi no hay diferencia entre ellos y el material virgen.
Los consumidores tampoco se quedan fuera de esta ecuación. Son ellos los que deben de contribuir en la separación. También pedir que se utilice materiales reciclados para ciertos productos, pero esto se logra a través de la educación.
Por último no hay que olvidar que el reciclaje llega hasta cierto punto, por lo que a veces es necesario es reciclar químicamente y generar energía. Ya hay algunos proyectos prometedores y tempranos trabajando en esto. La recuperación energética, preferiblemente con una recuperación eficiente de la energía, debería ser la etapa final de la economía circular.
Fuente: Motan Group.