En la estación de autobuses de la ciudad de Surabaya, en Indonesia, muchos pasajeros viajan sin pagar porque intercambian botellas de plástico por boletos. Esta innovadora iniciativa ayuda a contrarrestar la contaminación en esta ciudad donde viven 3 millones de personas.
Un billete de autobús cuesta tres botellas grandes, cinco medianas o 10 vasos de plástico. Para recibirlos estos no deben estar sucios o aplastados.
De acuerdo con las autoridades municipales, 16 mil personas se benefician cada semana de este programa, con el que se han obtenido seis toneladas de desechos plásticos que se venderán a empresas especializadas en el reciclaje.
La iniciativa no solo ayuda a reducir la contaminación, sino que incentiva el uso de transporte público. Por ahora, se espera reducir en un 70% la contaminación durante los próximos seis años a través de campañas de sensibilización y reducción del uso. Este es uno de los programas que podrán en marcha.
Otras regiones de este país del sureste asiático también intentan reducir la contaminación por plástico, por ejemplo, en la isla de Bali, se prohibieron los popotes y las bolsas de plástico. En la capital, Yakarta, tampoco está autorizado el uso de estas bolsas.