La sostenibilidad es una prioridad en el sector consumo

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Las empresas, fabricantes y consumidores, todos en general están cada día más enfocados en la sostenibilidad. El primer problema que se plantea es cómo poder ser más sostenibles y cómo implementar medidas más efectivas tendientes a preservar el medioambiente.

De los interrogantes que surgen de esta situación mencionamos ¿los consumidores realmente están siendo más sostenibles o solo dicen que lo están haciendo?

¿Cómo están garantizando las empresas la sostenibilidad y rentabilidad de sus negocios?

En una investigación realizada por McKinsey on Consumer and Retail, se han analizado los aspectos más destacados de su última investigación sobre sostenibilidad en el sector del consumo.

Y las conclusiones a las que se arribaron fueron las siguientes:

Por un lado, la sostenibilidad se está volviendo mucho más importante para todas las partes interesadas, incluidos los consumidores, los reguladores y las empresas. Por otro lado, las personas no están tan dispuestas a pagar por productos y servicios sostenibles.

Existe una brecha entre la actitud y el comportamiento efectivo que las personas adoptan.

Sobre este particular, Clarisse Magnin, socia directora de McKinsey en Francia sostiene que este tema es mucho más agudo que antes, aunque también contradictorio. Lo que se puede observar a través de las investigaciones realizadas sobre los consumidores es que la importancia de la sostenibilidad, el medio ambiente, ESG [ambiental, social y de gobierno], seguridad, productos naturales, abastecimiento local, abastecimiento ético, etcétera, es realmente reforzado.

Esto sucede en Europa pero también en el resto del mundo.  Hay una mayor disposición a pagar más por productos sostenibles y también, en materia de regulación ambiental, se han puesto en vigor muchas leyes relacionadas con el uso de los plásticos.

La importancia de la sostenibilidad está aumentando en todos los grupos demográficos y de compradores. Las categorías frescas parecen ser la prioridad para muchos consumidores. Hemos visto que la carne y el pescado son algunas de las principales categorías en las que los consumidores de mayores ingresos quieren tomar decisiones sostenibles

En las categorías no alimentarias, las mujeres se centran mucho en la sostenibilidad cuando se trata de cosméticos y cuidado de la piel.

Estamos considerando diferentes atributos de sostenibilidad, es decir, se trate de microplásticos o de productos veganos. El tema es más extenso porque no se trata solamente del cambio climático lo que importa a los consumidores, sino también de aspectos sociales y de la forma en que las empresas hacen negocios.

Este tipo de conciencia y transparencia del consumidor es un indicio de avance para nosotros como sociedad. Además, está aumentando la lealtad y la satisfacción del cliente para las empresas.

Sin embargo, todavía no existe una clara definición de “productos sostenibles”, y esto dificulta la tarea de atraer a los consumidores. Todavía no contamos con un etiquetado estandarizado global, por eso es que vemos grandes diferencias en el comportamiento final del consumidor. La gente duda sobre su origen, si es o no reciclable, si realmente está utilizando el mínimo embalaje, si es reciclable o reciclado, etc.

Otro de los puntos a considerar es que, en el ámbito empresarial, muchos CEO´s sostienen que la sostenibilidad y la rentabilidad son incompatibles.

Es lógico el planteo sobre el retorno de la inversión y los casos comerciales detrás de diferentes palancas y diferentes actividades. Sin embargo, el tema general es que la sustentabilidad y la mejora del desempeño de la empresa van de la mano. Ser sustentable requiere de inversión, pero en general vemos conviene económicamente.

Es interesante destacar que las empresas que están a la vanguardia en sostenibilidad están dedicando menos tiempo a los KPI [indicadores clave de rendimiento], informes, etc., y están dedicando más de tiempo a capacitar a su gente para que comprenda lo que significa la sostenibilidad.

Las empresas de bienes de consumo y los minoristas tienen la capacidad de satisfacer las expectativas cada día más exigentes de sus consumidores mientras se asocian con otros actores a lo largo de la cadena de valor.

Gran parte del impacto vendrá de la colaboración con clientes y proveedores para encontrar soluciones que sean sistémicas y escalables.