La Unión Europea sigue firme en la lucha contra el cambio climático. La Comisión Europea, tras el reciente acuerdo alcanzado por las instituciones comunitarias sobre la Ley europea del Clima, se deberán revisar y endurecer 54 normas comunitarias, las que repercuten fuertemente en sectores como el del transporte, la energía, la construcción y el comercio internacional.
Los cambios se relacionan con una gran transformación de la movilidad, que pone en peligro la venta de vehículos de gasolina y diésel en los próximos15 años, junto con una orientación de los subsidios agrícolas hacia las producciones más ecológicas, o la renovación del parque inmobiliario para la mejora energética de hogares, oficinas, locales comerciales y fábricas. También podría originar la creación de instrumentos fiscales como una tasa climática para las importaciones.
El acuerdo realizado hace dos semanas entre tres instituciones europeas -Parlamento, Comisión y los Gobiernos de los Veintisiete- para la aprobación de la Ley del Clima supondrá blindar los objetivos de reducción de emisiones a los que se ha comprometido la UE ante la ONU. Los firmantes del Acuerdo de París están obligados a presentar planes de recorte de sus emisiones. Europa ya contaba con una arquitectura legislativa para cumplir la meta planteada, y que ahora deberá endurecer para poder cumplir el nuevo compromiso, incorporando nuevos instrumentos.
Algunas de las 54 normas más importantes que deberán cambiar según un estudio elaborado por el equipo del eurodiputado Canfin, se exponen a continuación.
- Comercio de emisiones. Europa puso en marcha un sistema de comercio de derechos de emisiones, conocido por sus siglas en inglés ETS. Este mercado, que cubre alrededor del 40% de las emisiones de efecto invernadero de toda la UE, obliga a alrededor de 11.000 fábricas y centrales a pagar por los gases que emiten a la atmósfera. El sistema comenzó a ser más eficiente a partir de la reforma, y de la suba del precio de la tonelada de dióxido de carbono, impulsando el cierre de centrales de carbón. La Comisión Europea considera una nueva reforma para acelerar la expulsión de los combustibles fósiles de todo el sistema energético, no solo del sector eléctrico. Se prevé que Bruselas presente los cambios en junio y se espera que el transporte marítimo también esté obligado a entrar en el mercado ETS. Además, se realizarán cambios para que las aerolíneas paguen más por el dióxido de carbono que emiten.
- Transporte. La Comisión debería presentar en junio una revisión de los estándares de emisiones de dióxido de carbono para autos y furgonetas alineadas con los nuevos objetivos incluidos en la Ley del Clima. Otros países y fabricantes ya están considerando esa fecha para el fin de los autos nuevos de diésel y gasolina. Se prevé también la revisión de los mismos estándares de emisión de los vehículos pesados, donde la electrificación es más complicada y se están evaluando fórmulas como el hidrógeno.
- Aranceles. La Comisión tiene pensado presentar el próximo mes su propuesta de “mecanismo de ajuste de carbono en frontera”, lo que supondría la aplicación de una tasa a las importaciones más intensivas en carbono.
- Más renovables. Durante el mes de junio, la Comisión revisará al alza el objetivo del origen renovable en el consumo final de energía, lo que provocará que los Veintisiete también tengan que ajustar sus planes de implantación de renovables. También se espera que Bruselas pueda poner sobre la mesa objetivos más duros respecto a eficiencia.