Recyclia y su informe anual sobre reciclaje de residuos electrónicos

Recyclia, una entidad que agrupa a las fundaciones medioambientales Ecoasimelec, Ecofimática, Ecolum y Ecopilas, ha dado a conocer un primer informe sobre las tendencias de la industria del reciclaje. El sector del reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) y de pilas y baterías genera anualmente un Valor Añadido Bruto (VAB) de 955 millones de euros; genera y mantiene más de 16.500 puestos de trabajo; y aportó más de 150 millones de euros de manera directa a la recaudación fiscal del Estado, en concepto de impuestos y cotizaciones sociales, en 2019.

Por volumen de toneladas gestionadas, la aportación al VAB y al empleo del reciclaje de RAEE y pilas es diez veces mayor a la del resto de industrias que gestionan residuos en el país. Según el informe, si se le suma al impacto directo de esta industria el derivado de la demanda de suministros a otros sectores, por cada euro de demanda final en este sector la economía genera 2,2 euros de valor añadido y 2,7 euros, si se tiene en cuenta su efecto inducido.

Además, el estudio señala que en 2019 se pusieron en el mercado 900.000 toneladas de aparatos electrónicos, es decir un 25% más que en 2018 y un 44% más que otros años anteriores. Del total indicado, el 73% corresponde al mercado doméstico. De ellos, el 54% correspondió a pequeños aparatos y el 26% a dispositivos de informática y telecomunicaciones de pequeñas dimensiones. Ambas categorías sólo representaron el 18% del total de aparatos, correspondiendo los mayores porcentajes a los de grandes dimensiones (44%), seguidos de los destinados a intercambio de temperatura (22%).

En lo que se refiere al reciclaje de estos residuos, el informe indica un crecimiento continuado como consecuencia de la situación creada por la pandemia COVID-19. El objetivo mínimo de recogida esperado para 2019 (9,22 kg por habitante o 430.600 toneladas) crecerá hasta las 489.400 toneladas en 2020.

En cuanto al mercado de las pilas y acumuladores, el informe indica que en 2019 comercializaron 182.000 toneladas, equivalentes a 600 millones de unidades.

Siendo el 67% de pilas estándar y el 20% de pilas botón, correspondiendo el mayor porcentaje, en términos de peso, a acumuladores y baterías de automoción (69%).

Respecto a su reciclaje, el mercado es estable y los residuos de pilas y acumuladores se destinan casi todos al reciclaje.

Las políticas como el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, dentro del Pacto Verde Europeo, implican el desarrollo de tecnologías de almacenamiento energético como las baterías, así como de modelos de negocio que valoren los residuos de este tipo para recuperar algunos de los elementos esenciales contenidos en estos.

Europa sólo produce el 1% de las materias primas esenciales para la fabricación de baterías, según reza el informe. Chile y Australia acaparan el 40% y el 29% respectivamente, de la producción mundial, y China, por otra parte, concentra el 45% de las refinerías de roca dura de litio mundiales.

Según el estudio, la demanda de litio y cobalto se multiplicará por 18 y por cinco, respectivamente, en 2030. Con este panorama Recyclia, considera estratégico el impulso de la industria de baterías y la de su reciclaje.