Uno de los temas que más preocupa a los consumidores es el cuidado del medio ambiente, influyendo en la elección de productos y en el tipo de compras que realizan.
Esto incluye a los embalajes y envoltorios que utilizan las distintas marcas, para entregar los productos.
La Asociación de Productores de Papel Kraft y de Bolsas de Papel europea “The Paper Bag”, publicó un libro para referirse especialmente a este tema. En él se demuestra que tanto minoristas como las grandes empresas pueden fortalecer su valor de marca a través de la utilización de bolsas de papel.
Los consumidores de hoy en día tienen más conciencia social y están mucho más preocupados por el medio ambiente que hace algunos años. Esto se refleja en un incremento de sus expectativas en relación con las marcas para que estas actúen con el medio ambiente de tal forma que no se comprometa la vida de las generaciones futuras. Y para hacerlo con éxito, no solo tienen que convencerlos con un posicionamiento diferencial, sino que también, deben responder a la creciente demanda de un uso responsable de los recursos y al estilo de vida sostenible de los consumidores.
En el “libro blanco” se plasman los resultados de encuestas y estudios recientes relacionados con los cambios de los consumidores respecto a sus estilos de vida y expectativas cuando eligen sus compras. La ética que envuelve a una marca es fundamental para el consumidor, ya que aspiran a que los apoyen a ser más sostenibles. Este comportamiento es más evidente en las nuevas generaciones Milenials y Z, quienes se muestran más comprometidos con este objetivo.
Además, el documento brinda distintos ejemplos de marcas que lograron influir de forma positiva en el crecimiento de sus negocios a través de la integración de la sostenibilidad en el perfil de su imagen de marca. El embalaje de un producto es un embajador fundamental de la marca, e inevitablemente influye en las decisiones de compra de los consumidores, siendo los de mayor preferencia aquellos elaborados en papel. Los empaques de papel son reciclables, reutilizables y adaptables a cualquier tipo de productos, además de ser un recurso renovable que puede reciclarse hasta ocho veces.
Por esa razón, son un componente importante en la experiencia de compra, siendo, además, la cara visible de una marca que demuestra su responsabilidad con el medio ambiente.